La eficiencia energética es un aspecto clave de nuestra economía. Con los costes energéticos al alza, es necesario revisar exhaustivamente qué elementos de nuestras viviendas o instalaciones pueden ser mejorados para reducir el consumo eléctrico. La iluminación es uno de los puntos clave, puesto que supone un alto porcentaje de nuestros consumo.
En este campo, la iluminación LED es clave. Esta tecnología permite ahorros de hasta el 80% comparada con tecnologías ya obsoletas, como las lámparas incandescentes. Además, la iluminación LED presenta otras ventajas respecto a las lámparas de sodio de alta presión y mercurio que convierten a este tipo de iluminación en la más eficiente, ergonómica y avanzada forma de iluminación, tanto para interiores como para viales.
En 1907, el investigador británico H. J. Round descubre que ciertos componentes pueden emitir luz cuando son alimentados por una corriente eléctrica. Diversas investigaciones posteriores llevaron a que, en 1927, el investigador ruso Oleg Losev fabrique el primer emisor LED. Sin embargo, estos avances no tuvieron una repercusión directa, aunque numerosos estudios e investigaciones demostraron la posibilidad de emitir luz infrarroja con semiconductores.
El primer LED es fabricado en 1962 por Nick Holonyak Jr., ingeniero de General Electric. Desde entonces, tuvo que pasar casi una década hasta que los LED fueron económicamente viables para ser comercializados. Especial importancia tuvo el esfuerzo hecho por la empresa norteamericana Monsanto, que se propuso reducir los costes de fabricación de los LED para que pudiesen ser comercializados.
Desde entonces, las aplicaciones de los diodos LED han ido aumentando, a la vez que la tecnología y los avances han permitido reducir los costes y mejorar la técnica.
Una lámpara LED está compuesta por decenas de diodos LED, que son unos pequeños dispositivos semiconductores que emiten fotones de luz cuando la corriente eléctrica pasa a través de ellos. Las principales ventajas de los diodos LED frente a otras fuentes de emisión de luz son las siguientes:
Una aplicación muy importante de la iluminación LED es dentro de la iluminación exterior. Las tecnologías utilizadas en la iluminación de calles, avenidas, zonas peatonales, carreteras… han sido las lámparas de vapor de sodio de alta presión y las lámparas de mercurio. Sin embargo, estas tecnologías entrañan desventajas, como el hecho de estar fabricadas con componentes venenosos y perjudiciales para el medio ambiente.
La iluminación LED, tanto para interiores como para exteriores, es más eficiente en términos económicos, energéticos y lumínicos.